“Qohelet tiene la especialidad de desarmar nuestros ídolos”

Hace dos años atrás, por primera vez, participé en el Encuentro Cristiano Universitario Andino (ECUA) como estudiante después de casi un año de haber formado parte de la CECE, sobre todo en el Grupo Universitario de la UDLA. Recuerdo claramente que los desafíos y aprendizajes  del evento me animaron a continuar con la misión en la universidad invitándome a establecer prioridades correctas y a volar con una visión clara teniendo un profundo compromiso con las Escrituras.

Al finalizar el ECUA 2016, Dios había puesto el deseo y sueño en mi corazón de continuar con la obra estudiantil. En ese momento no tenía clara la idea de cómo lo iba a continuar haciendo ya que estaba muy próxima a graduarme, sin embargo, Dios mismo fue trazando el camino, enseñándome por dónde debía orientarme y respondiendo oraciones aún en medio de ciertas crisis y preguntas en todo este caminar. Es así como en el 2017 acepté el reto de empezar el proceso como Asesora Junior. De esta manera Dios me ha permitido continuar comprometida con su obra en la universidad y también con el ministerio de profesionales que paso a paso sigue tomando forma.

Para este año 2018 desde una perspectiva distinta, como parte de los talleristas y distintas comisiones, pude darme cuenta de lo tan enriquecedor que es poder compartir, aprender en comunidad y dar de gracia lo que de gracia he recibido. Cada una de las conversaciones con estudiantes y profesionales me permitieron descubrir que todo lo vivido después del ECUA 2016 tenía un propósito para este ECUA 2018 ya que pude tener conversaciones con estudiantes y profesionales que están atravesando por esos cuestionamientos que yo tenía referentes a la fe y el trabajo, a sueños que parecen desvanecerse y circunstancias que no nos dejan disfrutar y alegrarnos en nuestra juventud como bien lo explorábamos en uno de los capítulos de Eclesiastés.

Por otra parte,  al ver cómo la obra continúa en los distintos países que participaron del evento y a la vez cada uno de los desafíos que se tiene a nivel político, ambiental, educación, eclesial, etc., me invitan a soñar y luchar para que el reino de Dios y su justicia llegue a América Latina. ¡Porque otra Región Andina es posible! Pero recuerda: «SOÑAR IMPLICA INCOMODIDAD». En definitiva, fue muy enriquecedor poder conocer más de la historia de IFES América Latina y ver como la obra estudiantil sigue dejando huellas y plantando la semilla. Todo esto me anima a seguir formando parte de la generación que va a continuar con este legado. Y como dice la canción:

Señor cuando tú me llames
Dame al fin lo que tú quieras
Dame el monte o dame el llano
O una montaña de piedra
Pero Señor sobre todo
Multiplícame las fuerzas
Dame un canto de victoria
Y que la multitud de mis penas,
Y mis dudas e inquietudes
Cambie en vigor y en certeza.

«SEÑOR CUANDO TÚ ME LLAMES», LETRA

Bajo el marco de lo que se nos presenta en Eclesiastés y la temática de “El Sentido de la Vida» en este libro, la gran conclusión que pude experimentar en este ECUA 2018, incluso en el mismo evento, es que Dios tiene la especialidad de restaurar vasijas rotas. “¡Gracias porque nos diste una vasija tan grande que solo puede llenarse con tu presencia!” Definitivamente, como lo mencionó, Igor Amestegui, uno de los expositores bíblicos: “Qohelet tiene la especialidad de desarmar nuestros ídolos. La ciencia tiene sus límites, el placer no llena el vacío existencial, la riqueza no sacia ni da sentido”, entonces, ¿Dónde encontramos sentido a nuestra existencia?, ¿En qué áreas de tu vida encuentras expresiones de “hevel” (normalmente traducido como «vanidad» o «ilusión» en Eclesiastés) que te dejan insatisfecho?, ¿Quién eres? ¿De dónde has venido? ¿Cuáles son esos sueños que te invitan a ir a aguas más profundas?

Estas son algunas preguntas que se fueron plantando en diferentes espacios del evento. Te invito a poder meditar en ellas y también poder tener un espacio de diálogo con comentarios que surjan a través de la experiencia del ECUA 2018 que te he compartido.