Hoy estamos ya en Semana Santa. Esta semana es parte del tiempo litúrgico llamado Cuaresma. En la Cuaresma nos animamos a examinar la vida para hacer los cambios necesarios que nos acerquen más al carácter de Jesús y nos vuelvan más fieles y animados en su seguimiento. Muchas iglesias cristianas alrededor del mundo conmemoran la Cuaresma y la Semana Santa de diferentes maneras. En la cultura gastronómica del Ecuador esta semana se conmemora preparando y comiendo la famosa sopa llamada ‘fanesca’. Esto, tanto en las iglesias como en la culinaria, con el fin de recordar y dar a conocer a otros el significado y los alcances de la muerte de Jesucristo en la cruz. 

¿Qué se conmemora en la Semana Santa? Se conmemora que Jesús en su pasión y muerte llevó a plenitud su identidad y vocación como el ‘Hijo del hombre’ que moriría para la salvación del mundo. El evangelista Lucas registra así las palabras del Maestro: “A la verdad el Hijo del hombre se irá según está decretado…” (Lucas 22:22). Estas palabras Jesús las dice en el contexto de la celebración de la Pascua con sus discípulos y mientras anuncia que sería traicionado por uno de ellos. La fiesta anual de la Pascua consistía en celebrar la liberación y éxodo del pueblo judío de la opresión egipcia por parte del SEÑOR. En esta comida conmemoratoria Jesús hace un anuncio impensable para un judío de su época: afirma y representa que él es la Pascua, que en él se cumple el nuevo éxodo, que en él opera la salvación de Dios. Lo hace a través de palabras y elementos. Jesús pronuncia y actúa lo siguiente: “Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí” (Lucas 22:19b); “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes” (Lucas 22:20b). En palabras pascuales del evangelista Juan: “¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29b). 

¿Qué significa que Jesús sea el ‘Hijo del hombre’? Como se afirmó en el apartado anterior, Jesús asume la identidad del ‘Hijo del hombre’ en el contexto de la celebración de la Pascua. Según la narrativa del evangelio de Lucas ya lo había hecho otras ocasiones también, por ejemplo: en su discurso de respuesta a la pregunta de los fariseos sobre la venida del reino de Dios (17:20-37; esp., vv22, 24, 26, 30) y en su discurso de anuncio de la destrucción del templo y la ciudad de Jerusalén (21:5-38; esp., v36). Cuando Jesús asume la identidad del ‘Hijo del hombre’ está asumiendo la identidad de un personaje de la visión que el SEÑOR le comunicó e interpretó a Daniel en el libro del mismo nombre, capítulo 7.  

El ‘Hijo del hombre’ significa “alguien con aspecto humano”, es decir un ser humano. Así de sencillo. El Hijo del hombre en la visión de Daniel es un individuo-comunidad que asumirá de las manos del SEÑOR el gobierno del mundo y la historia. Asume ese gobierno haciendo un claro contraste con las formas opresivas y violentas de gobernar de cuatro bestias imperiales que aparecen en la visión (león, oso, leopardo, monstruo de aspecto horrible). Asume ese gobierno luego de que las cuatro bestias son vencidas o neutralizadas. Asume ese gobierno de las manos de Dios recuperando el mandato de la creación de gobernar humanamente: para maximizar el shalom de Dios para la creación entera, humana y no humana. De ahí la descripción de ‘Hijo del hombre’ o ‘alguien con aspecto humano’: alguien que ya no gobernará como bestia o monstruo imperial sino con vocación humana y creacional. 

Así la imagen del ‘Hijo del hombre’ tanto en Daniel como en los evangelios es altamente esperanzadora: las bestias imperiales serán neutralizadas y finalmente eliminadas y un individuo-comunidad gobernará para el florecimiento real y efectivo de la creación entera. En la época de Daniel este mensaje resonó con fuerza esperanzadora en medio de que el pueblo de Dios sufrió varios imperios: Asiria, Babilonia, Medo-Persa, Grecia. En la época de Jesús y los primeros cristianos este mensaje resonó potente en medio de que el pueblo de Dios soportaba el imperio Romano. Jesús se identifica como el ‘Hijo del hombre’ y así anuncia que en él el reinado de Dios ha empezado y las bestias imperiales tienen los días contados. Así anuncia que en él hay shalom, liberación, salvación para la creación entera. 

Les invito a que estos días de Semana Santa reflexionemos profundamente en el ofrecimiento de salvación de Dios en Jesucristo: un proyecto transformador para el florecimiento de la vida de la creación entera de la cual Jesús nos llama a ser parte y que empieza con el sencillo pero significativo paso de reconocerle como Señor y empezar a seguirle los pasos. De esta manera el mensaje esperanzador de la venida del ‘Hijo del hombre’ seguirá resonando fuerte en nuestro querido Ecuador y querida Abya-Yala/América Latina, habitados por bestias y monstruos imperiales, grandes y pequeños, que tienen el tiempo contado. 

Josué O. Olmedo Sevilla

Josué O. Olmedo Sevilla

Ecuatoriano, casado con Ruth y padre de dos hijas (17 y 13 años). Sirvió como Director Nacional de la CECE Ecuador, actualmente es miembro del Equipo Regional de la IFES América Latina y Co-líder de la Iniciativa Logos y Cosmos de IFES AL. Sirve a tiempo parcial como pastor de una iglesia presbiteriana en su ciudad. Odontólogo de formación, con estudios en Educación (U. de Guayaquil), Biblia (Regent College), Teología (PUCE) y está cursando una maestría en filosofía (PUCE).