“Solo puedo responder a la pregunta: ‘¿Qué se supone que debo hacer?’, si puedo responder a la pregunta previa: ‘¿De qué historia o historias me encuentro siendo parte?’”[i]

Con la distancia y respeto del caso, me atrevo a parafrasear al profesor MacIntyre diciendo que sólo puedo responder a la pregunta ¿Por qué estoy aquí?, si puedo responder primero a la pregunta previa: ¿De qué historia o historias me encuentro siendo parte? Este enfoque calza perfectamente al propósito del libro y lema del año: “Génesis ¿por qué estás aquí?”. Como dije en una anterior publicación, a través del libro de Génesis queremos explorar con los estudiantes y profesionales el sentido de origen y propósito de la vida humana y su relación con nuestras tareas cotidianas. Estaremos en capacidad de articular mejor este sentido, una vez que identifiquemos a que historia o historias pertenecemos.

El australiano Mark Strom describe la importancia capital de las historias, narrativas o relatos. Sin desechar o disminuir la importancia del pensamiento abstracto y lineal, Strom enfatiza que en las historias y narrativas elaboramos significados más ricos pues tenemos en vista las personas y contextos. Historias y narrativas dan forma a la identidad de individuos y pueblos. Todos tenemos historias “fundantes”. Obviamente no todas las historias son útiles o saludables, pues hay narrativas opresivas, de las cuales hacemos bien en deshacernos como personas y colectivos.

Génesis es un conjunto de historias de algunas generaciones de personas y familias. La función de Génesis fue y es proveer al pueblo de Dios con las historias a las que pertenecen y con el registro narrativo de los actos salvíficos del Dios al que pertenecen; de tal manera que una vez revitalizada su identidad puedan responderse a sí mismos: ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Por qué estamos aquí?, y en efecto ejerciten su vocación.

La experiencia de la esclavitud en Egipto y la experiencia del exilio en Babilonia, entre otros factores, empezaron a traer sombras al sentido de origen, identidad y propósito del pueblo de Dios. Bajo la influencia de los discursos dominantes, símbolos e imágenes de estos imperios, varios pueblos, entre esos el que designamos ahora como el “antiguo pueblo de Israel”, iban perdiendo su distintivo para asumir el del imperio. En ese contexto, las historias de Génesis aparecen para alcanzar la mente, corazón y voluntad de los creyentes, estableciendo a la vez un tono polémico y afirmativo con la cultura circundante, y recordarles a qué historias fundantes y a que Dios pertenecen.

Génesis está organizado alrededor de diez historias: historia de los orígenes, historia de Adán, historia de Noé, historia de Sem, Cam y Jafet, historia de Sem, historia de Taré, historia de Ismael, historia de Isaac, historia de Esaú y la historia de Jacob.[ii]

Estas son las historias en las que queremos habitar por el resto del año para revitalizar nuestro sentido de origen, identidad y propósito, y así renovar nuestro compromiso con la proclamación del evangelio de Jesucristo en las universidades y lugares de trabajo en nuestro país.

A la espera de sus comentarios.


[i] Alasdair MacIntyre, citado por Mark Strom en Lead with Wisdom.

[ii] Ver por ejemplo Cómo leer la Biblia libro por libro de G. Fee y D. Stewart (Mundo Hispano), o Génesis de Bruce Waltke (Zondervan), para otros abordajes respecto de la organización narrativa de Génesis ver Introducción al Pentateuco Génesis de J. Loza R. Duarte (Verbo Divino).