Después de unos meses de seguir reflexionando en mi participación en la Asamblea Mundial 2019 en Sudáfrica, creo que la mejor palabra que describe mi experiencia es ‘conexiones’. Fue un espacio no solo para conectarme con hermanos y hermanas de todo el mundo, sino también conectar cosas en mi vida personal, conectarme aún más con la región de América Latina y también conectar mis dones con una visión más ampliada de la misión en las universidades.

Pensándolo bien, creo que el logo de la IFES y el mapa que utilizamos con los puntos y líneas conectando todo el mundo es la imagen perfecta para mi tiempo en la Asamblea Mundial. Hay varias historias que puedo contar, pero voy a enfocarme en tres. Una que se enfoca en una conexión con nuestra familia más grande, otra que me conectó con una realidad distinta que la mía, y una última que me ayudó a conectar mis dones con un área nueva del ministerio.

Adoptado por el movimiento de Corea del Sur

  1. Una de las primeras conexiones que hice fue llegando al evento después de dejar mi maleta en el hotel. Llegué justo a la hora de la merienda, pero en todo el proceso de hacer el check-in, terminé separado de la delegación de Ecuador (y América Latina). Fui al comedor y me senté en una mesa con varios delegados de Corea del Sur. No importaba que no nos conocíamos ni que no podía pronunciar bien sus nombres (a pesar de intentar varias veces), lo único que nos importaba es que éramos parte de la misma familia – tenemos el mismo Padre. Al final, pasé toda la noche de la inauguración con la delegación de Corea del Sur. Me adoptaron y celebramos juntos esa primera noche en Sudáfrica.

Recibiendo de la Iglesia Perseguida

  1. La segunda cosa que marcó mi experiencia en la Asamblea Mundial fue casi al final del evento. Alguien llegó para anunciar un tiempo especial… tan especial que no podemos tomar fotos, ni videos. Después de este anuncio, salió un hermano de un país perseguido. Nos contó de su experiencia de viajar varios días para llegar a la Asamblea Mundial. Explicó el riesgo que tomó para estar con nosotros – que literalmente pudiera haber muerto. Nos detalló la situación actual de guerra y la persecución que vive la iglesia en su contexto. Nadie hablaba. Pero el momento que más me llamó la atención del tiempo de este hermano es que al final del discurso é pidió orar por nosotros. De verdad, esta acción me chocó un poco. “¿No debemos nosotros orar por él y su país?” pensé. Me impactó ver la fe de nuestros hermanos de países perseguidos. La fidelidad de ellos para orar por nosotros aun en circunstancias muy complicadas y peligrosas. ¿Sabías que la iglesia perseguida está orando por ti? Salí de la Asamblea Mundial con una conexión más concreta a una realidad que no es mía y un desafío personal de orar más intencionalmente por nuestros hermanos perseguidos.

Abriendo caminos en una era digital

  1. La última conexión que quiero compartir es una que hice en un taller. Al llegar al taller en el que me inscribí, esperaba ver unos 8-10 personas más, pero al final solo fui yo. ¡Fue un taller muy personalizado! Pero en este taller los dos talleristas me ayudaron a ver una visión más amplia de la misión donde puedo utilizar mis dones aún más. Ian y Sook Ye sirven en la oficina de IFES en Malasia donde trabajan con cosas de tecnología para el movimiento.

    En el taller hablamos específicamente del nuevo ámbito de eLearning en universidades. Por unos meses antes de la Asamblea estaba pensando en eLearning y cómo lo podríamos utilizar en la CECE para capacitar aún a más estudiantes y apoyar a grupos pioneros. Después del taller, salí con un proyecto de colaboración con IFES con eLearning. No sé si eso fue el plan de Josué (el Director Nacional de la CECE) al enviarme a la Asamblea Mundial, pero comprometí a la CECE en un proyecto piloto de eLearning con IFES. ¡La CECE será el primer movimiento de IFES que ofrecerá “cursos” en la plataforma de eLearning de IFES!

    Eso es lo que tanto me gusta de trabajar con universitarios y la CECE. Todo siempre está cambiando y no tenemos miedo de adaptar, innovar e intentar cosas nuevas. A través de este taller mi visión de qué es la misión desde mi rol de coordinar Comunicaciones para la CECE cambió y se abrió totalmente.

Es casi imposible resumir toda la experiencia de la Asamblea Mundial en un blog. Espero que esta serie de blogs de los seis participantes de la CECE te haya ayudado a tener una idea de lo que vivimos. Pero más que eso, espero que estos blogs te hayan desafiado a seguir buscando cómo puedes ser un “Mensajero de Esperanza” en tu familia, en tu universidad, en tu lugar de trabajo.