CECE de corazón es nuestra celebración de aniversario de nuestro movimiento durante el mes de abril. Este año cumplimos 31 años de vida institucional. CECE de corazón nos recuerda de nuestras raíces y nuestra identidad. CECE de Corazón tiene tres elementos centrales: celebración, comunicación y una invitación a involucrarte. Durante estas semanas tendremos varias actividades, entre ellas, queremos que conozcan el trabajo del Equipo de Asesores Pastorales y les invitamos a unirse al equipo de Socios de Misión quienes oran y ofrendan a esta misión. Empezamos el mes escuchando la trayectoria de Lizandro Bravo, cómo la CECE ha impactado en su vida y porqué sigue sirviendo como Asesor de la CECE hoy.
Conocí a la CECE en el 2011 por medio de un amigo de mi barrio que me invitó a realizar estudios bíblicos en una iglesia. Para ese entonces, había estado pidiendo al Señor la oportunidad de estudiar su Palabra de alguna manera. Aún no estaba estudiando la Universidad porque para mí eso era cosas del “mundo”, y no quería invertir el tiempo en vanidades como los estudios superiores, en lugar de asistir a la congregación. Eso era lo que pensaba y creía o, mejor dicho, era lo que me habían hecho creer.
Cuando conocí al grupo quedé fascinado desde el primer momento, eran jóvenes con mayor conocimiento de la Palabra; y eso se volvió un hermoso reto para mí. Realmente quería aprender de la Biblia. Así que, cada sábado por la mañana me reunía con el grupo en la iglesia. Pero las conversaciones siempre tenían un sabor Universitario, por lo que comencé a sentirme desafiado a estudiar. Pocas semanas pasaron y ya estaba comprendiendo que también podía llevar el Evangelio a los compañeros que tuviera del salón de clases a donde yo fuera.
Me entusiasmé mucho al saber que el Señor me acompañaría a estudiar en la Universidad. Entendí que Él no sólo estaba en mi congregación, sino que también se paseaba por las aulas de las diferentes facultades.
Llegó el día que ingresé a la Universidad y muchas cosas cambiaron para mí. En mi primera semana ya estaba predicando a mis compañeros y en poco tiempo tenía mi grupo de estudio bíblico, del cual uno de mis amigos decidió creer en Dios después de su ateísmo. Comencé a estudiar muy seriamente las Escrituras, aprendí varios métodos de estudio bíblico los cuales me ayudaron a interpretar correctamente lo que Dios dice a su pueblo.
Los años han pasado y la CECE se ha convertido en mi familia. Una familia sólida, fuerte y bien fundamentada en la fe. Ser parte de este movimiento estudiantil es una gran bendición. Estudiantes, Profesionales de Apoyo, Asesores Pastorales, Socios de Misión, Junta Directiva, todos somos un solo cuerpo que vamos de la mano del Señor a extender el Evangelio a las Universidades. Cada uno en su función específica.
Quiero comentarte brevemente cómo es que todos podemos realizar la labor misionera dentro de la Universidad: los estudiantes son las voces que proclaman directamente las buenas noticias del Señor a sus compañeros de aula, los Profesionales de Apoyo acompañan a los grupos en funciones específicas, los Asesores cuidamos pastoralmente a los grupos de cada facultad y los Socios de Misión aportan económicamente y en oración al trabajo realizado. La Junta Directiva monitorea todo el trabajo de forma globalizada.
Gracias a tu contribución económica y a tus oraciones, podemos continuar acompañando a los misioneros universitarios que dedican tiempo y esfuerzo a la proclamación del Evangelio en sus grupos. Si aún no eres un Socio de Misión, te invito a que te unas y seas parte de esta hermosa familia. Desde hoy puedes ser CECE de corazón.
Lizandro Bravo
Lizandro Bravo está casado con Glenda Medina, ambos son asesores pastorales de la CECE desde hace más de un año. Actualmente pastorea la iglesia “Expansión de Dios” en la ciudad de Guayaquil, además trabaja para Misión Alianza de Noruega en Ecuador (Mane) como facilitador para redes eclesiales en sectores vulnerables. Su pasión es la lectura y la conversación significativa con las personas.