Saludos cordiales a los amigos y amigas que nos acompañan en este evento virtual organizado entre el Núcleo Ecuador de la Fraternidad Teológica Latinoamericana y la Comunidad de Estudiantes Cristianos del Ecuador (CECE). Soy miembro de ambas organizaciones, pero en esta ponencia he sido invitado a representar a la CECE con el tema ‘Samuel Escobar y el movimiento estudiantil’, con el fin de explorar los aportes del Dr. Samuel Escobar al movimiento estudiantil de la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos, IFES.
Empiezo por decir que la tarea es imposible para una ponencia y para este ponente. ¿Cómo siquiera esbozar su aporte a lo largo de varias décadas de servicio a la obra estudiantil evangélica en el continente y en el mundo? Don Samuel sirvió formalmente en la Comunidad como su obrero por alrededor de 25 años, pero su servicio en otras capacidades e instancias se extendió por mucho más tiempo. Hasta el final de sus días tuvo a la IFES como su casa, su lugar, su prioridad. Entre mis amigos, amigas y colegas de la Comunidad IFES hay voces más autorizadas y competentes para hacerlo. Personas que lo conocieron directamente, que fueron formadas por él, que sirvieron con él y bajo su liderazgo, que han leído extensa y detalladamente su obra teológica. De hecho, en un par de semanas la IFES América Latina, bajo la organización de su secretaria general, Carmen Castillo, llevará a cabo un evento virtual para estudiantes y obreros estudiantiles de la región para honrar y hacer un repaso del aporte e influencia de Don Samuel en el movimiento estudiantil. Pero aquí estoy, representando a la CECE y la IFES ofreciendo algunos sencillos hallazgos del aporte de Samuel Escobar al movimiento estudiantil de la Comunidad IFES.
Para este evento, quiero ofrecer las siguientes líneas de reflexión sobre el aporte de Don Samuel a los movimientos estudiantiles que los resumo en estas frases clave: historia; identidad; misión en la universidad en clave de diálogo. Estas tres líneas de reflexión las tracé desde mi experiencia de leer algunas obras de don Samuel a lo largo de mi paso por la CECE e IFES en diferentes instancias.
Empecemos con la historia
Uno de los aportes clave de Samuel Escobar al movimiento estudiantil de la Comunidad es haberle provisto de un mapa de su historia. Este mapa se dibuja en dos publicaciones:
- La Chispa y la Llama (1978, Editorial Certeza).
- La Chispa y la Llama Volumen II (2022, Ediciones Certeza Unida) en coautoría con David Bahena.
En esta historia de los inicios, establecimiento y expansión de la obra estudiantil evangélica en América Latina se vela cuidadosamente de destacar la iniciativa y liderazgo estudiantil, así como de varios individuos, hombres y mujeres, que dedicaron su vida a sembrar el testimonio cristiano en las universidades de la región. Cuando estudiante me animaron a leer La Chispa y la Llama, y recuerdo haber leído esa obra con mucha emoción, conmovido del mover de Dios y del compromiso de muchos a lo largo de décadas para establecer los grupos y movimientos nacionales de IFES en la región.
El de Escobar se convirtió en el abordaje histórico estándar para entendernos como movimientos estudiantiles a nivel de la región y como movimientos nacionales. Siete son las etapas que se señalan más actualmente:
- La primera (1945-1958) son los esfuerzos pioneros.
- La segunda (1958-1966) caracterizada por el establecimiento de una estrategia continental autóctona para el ministerio estudiantil.
- La tercera (1966-1976) que se perfiló por iniciativas de servicio global y contextual de la obra estudiantil.
- La cuarta (1976-1987) se describe como la “búsqueda de un marco misionero a largo plazo” en medio de transiciones importantes de liderazgo en el equipo de la Comunidad y de expresiones de violencia en algunos países de la región.
- La quinta (1987-1998) es la etapa de crecimiento armónico y cooperante.
- La sexta (1998-2015) es la etapa del vigor misionero.
- Y, la séptima (2015 hasta la actualidad) la de algunos retos contemporáneos de la misión entendida como proclamación, justicia, discipulado y formación, cuidado de la creación, conectar con la universidad, compromiso con las Escrituras, promoción del liderazgo de la mujer y el fortalecimiento de la gobernanza de los movimientos estudiantiles de la Comunidad.
Seguro que ya en el presente y en el futuro se revisará, pulirá o problematizará esta caracterización de la historia de la Comunidad en la región. Sin embargo, el genio de Escobar fue proveer un mapa de esta historia para entender nuestra trayectoria y leer sabiamente los signos de los tiempos desde nuestro lugar presente. Y hay que resaltar el hecho de que él mismo es agente activo y comprometido de esta historia. Don Samuel registra la historia de la Comunidad en América Latina y también la construyó. Y es una historia misionera.
Sigamos con el segundo elemento: identidad
Otro de los aportes clave de Samuel Escobar al movimiento estudiantil de la IFES es haber perfilado su identidad teológica evangélica. Cuando fui estudiante de pregrado llegó a mis manos el escrito titulado El Estudiante Evangélico (1993, Certeza CIEE) en el que se incluye una ponencia de Escobar titulada “Nuestra Herencia Evangélica”. ¡Qué iluminador fue para mi conocer a través de este escrito la diversa, amplia y rica identidad de los evangélicos! Recuerdo haber crecido en mi aprecio de mi identidad evangélica en aquel momento. Y es que los horizontes se me expandieron. Escobar apunta a que la herencia evangélica de la Comunidad es multifacética y se alimenta de estas fuentes: de la herencia doctrinal de la Reforma, del movimiento pietista, de los movimientos del avivamiento, de los movimientos de santidad, y de las implicaciones sociales del Evangelio. Y toda esta herencia, vida y verdad evangélicas, afirma Escobar, han de mostrarse en la vida, misión y acción de la Comunidad IFES.
Samuel Escobar vive la identidad evangélica global y la de la Comunidad, no hay que olvidar, desde la postura de los evangélicos radicales latinoamericanos. Aquellos que querían distinguirse de los conceptos y prácticas del conservadurismo o fundamentalismo evangélico, así como de las corrientes liberacionistas. Escobar vive la identidad evangélica en clave de reino de Dios y misión integral.
En los momentos actuales en la que la palabra e identidad “evangélica” (‘evangelical’ para ser más preciso) está en desprestigio, y cada vez menos quieren o queremos llevar esa etiqueta o identidad, voces como la de don Samuel pueden ayudar a recuperar la robustez, gracia, diversidad y potencia de tal identidad multifacética—siempre en constante transformación—para apegarse más y más a Jesucristo y su evangelio.
Respecto del tema de la identidad evangélica trabajada por don Samuel, recomiendo ver la ponencia elaborada y presentada por Ruth Padilla DeBorst sobre la identidad, pensamiento y praxis evangélicamente ecuménica de Samuel Escobar. Dicha ponencia está accesible en las redes virtuales de la FTL tanto en Facebook como en YouTube (Ruth Padilla – Ecumenismo y pensamiento de Samuel Escobar).
Avancemos al tercer elemento: misión en la universidad en clave de diálogo
Empiezo por reafirmar el entusiasmo y talante evangelizador de Samuel Escobar. Lo experimenté cuando estudiante al leer su artículo “Evangelizar hoy” (1981, septiembre) publicado en la Revista Kairós de la Asociación de Grupos Evangélicos Universitarios del Perú (AGEUP, movimiento asociado a la IFES). En la segunda sección de su artículo, en la versión que yo leí cuando estudiante, Escobar enfatiza las actitudes y vida del individuo y comunidad que evangelizan a través de estos subtítulos: una pasión gozosa; un mensaje claro y pertinente; una comunidad liberadora; la dedicación como testimonio; y, a la espera de un milagro.
Cito algunas secciones brevemente, de tal manera que puedan ‘sentir’ la convicción de don Samuel.
“El creyente y el grupo estudiantil están en la obligación de captar esa coherencia y lógica propias del mensaje de Jesucristo. También es importante que la exposición del Evangelio sea clara y que se vea cómo su mensaje se aplica a toda la vida, y cómo responde a algunas de las preguntas más profundas del ser humano” (p.22).
“Como creyentes y como grupo en la universidad, debemos estar siempre avanzando en la tarea de captar la profundidad del Evangelio. No nos quedemos en la mediocridad ni disfracemos la pereza intelectual de falsa ‘espiritualidad’. Además, busquemos traducir las verdades eternas en relación con las inquietudes actuales” (p.22).
En ambos párrafos se nota su ánimo por la búsqueda de profundidad y a la vez de pertinencia en el entendimiento y comunicación del Evangelio.
Así lo noté también cuando ya servía en mis primeros años como asesor estudiantil del movimiento de la CECE, por allá en el año 2000. Heredé de otros asesores un antiguo manual de la IFES para la capacitación de asesores. Y allí me encontré con un artículo de Samuel Escobar titulado “El Evangelio y las ideologías contemporáneas” (Guidelines for the IFES Staffworker, 1979) en el que ofrece a los asesores estudiantiles de la IFES global una visión panorámica de las ideologías del momento—años 60-70—con posibles puentes de conexión con el Evangelio. Por ejemplo: acudiendo al trabajo de Jacques Ellul describe a los tres maestros de la sospecha: Max, Nietzsche y Freud; desde el humanismo cristiano apela a ver la realidad de la “obliteración del ser humano”, y por las citas que hace se muestra su familiaridad con autores como Althusser, Lacan, Levi-Strauss, Foucalt, Heidegger; desde su propia experiencia e investigación se adentra en lo que llama “Las ideologías de la liberación” y expone las claves del pensamiento y práctica marxistas; luego describe “Las ideologías de la dominación” en las que expone los peligros de los nacionalismos del fascismo y el nacional socialismo, y cierra con una descripción de la secularización del occidente con su vacío ideológico que conlleva la pérdida de horizontes, la pérdida de lo personal y el surgimiento del cinismo.
En la última sección de este escrito titulado “Viviendo por el Evangelio”, Escobar termina reafirmando la centralidad de Jesucristo y su Evangelio, lo cito: “Cada uno de nosotros viene de un ambiente formado y rodeado de ideologías, mitos y creencias ajenas al Evangelio. Nuestro proceso de crecimiento es un proceso de ser liberados de la poderosa influencia de aquellas fuerzas y de crecer en un estilo de vida y una mente que le pertenecen a Cristo. Como estudiantes universitarios necesitamos entonces identificar las ideologías y mitos que nos rodean de tal manera que podamos, por un lado, conocer lo que se supone debemos evitar y, por otro lado, conocer como dialogar con personas de otras fes…” (Manual, pp.18-19). Y ahí está la palabra clave: diálogo. No solo palabra clave, sino la impronta de don Samuel (y otros y otras, claro) en la práctica misionera en la universidad, en el testimonio del Evangelio en el mundo académico. Esta impronta se nota, a manera de breves ejemplos menciono, en las siguientes tres instancias, que menciono sin ningún orden en particular: (1) la Iniciativa Logos y Cosmos de la IFES América Latina, que tengo el gusto y privilegio de co-liderar con Alejandra Ortiz de México. La Iniciativa Logos y Cosmos forma y mentorea académicos cristianos para fortalecer sus capacidades para formar puentes de diálogo entre sus disciplinas académicas y la teología cristiana. (2) El evento de formación de obreros del año 2024 en el que el paradigma del diálogo primó para el entendimiento y práctica de la misión en la universidad (3) en escritos que son fruto de conferencias académicas y evangelísticas desarrolladas por don Samuel en las universidades: Diálogos entre Cristo y Marx (que todavía no he leído), “El Cristo de Iberoamérica” (en ¿Quién es Cristo hoy? 1971, Certeza), Decadencia de la religión (1972, Certeza). Ya en años posteriores, y como expresión de su compromiso misionero en clave de diálogo escribiría Posmodernidad (2000, IINDEF, en coautoría con Daniel Salinas y Alvin Góngora), y En busca de Cristo en América Latina (2012, Ediciones Kairós; libro de lectura en la Iniciativa Logos y Cosmos).
Como se puede notar, una misión en clave de diálogo ha sido una de las influencias de Samuel Escobar en los movimientos estudiantiles de la Comunidad IFES. Influencia que se debe mantener y profundizar en sus raíces: la misión integral comprometida con una escucha y acción atenta al contexto.
A manera de conclusión. “Samuel Escobar y el movimiento estudiantil”. Desde mi experiencia con escritos de don Samuel, que han llegado a mis manos a lo largo de mi paso por la CECE e IFES en diferentes instancias, he trazado estas tres líneas de reflexión del aporte e influencia de Samuel Escobar en los movimientos estudiantiles de la Comunidad IFES: historia, identidad y misión en clave de diálogo.
Quedan todavía por explorar otras de sus influencias en los movimientos estudiantiles, que por motivos de tiempo y espacio ya no me es posible abarcar hoy. Pero dejo apuntadas estas cuatro: la responsabilidad social de la iglesia, la infraestructura afectiva del ministerio, el importante papel del arte en la educación y misión cristianas, la centralidad de las Escrituras para el discipulado y la misión. A propósito de la centralidad de las Escrituras, menciono aquí un recurso diseñado por don Samuel que con mi esposa tuvimos la alegría y bella memoria de usar con estudiantes y profesionales de la CECE Guayaquil cuando servíamos en esta ciudad: Visión Panorámica de la Biblia. Curso introductorio de Siete Semanas.
Muchas gracias por tu atención.
Referencias
- Créditos imagen: Alex Fajardo, Encontro Nacional da FTL 2015, Flickr, https://flic.kr/p/vGkACt, Fecha de consulta: 30 de mayo de 2025.
- Lo que se presenta en este blog es la ponencia presentada por Josué Olmedo en el evento virtual organizado entre el Núcleo Ecuador de la Fraternidad Teológica Latinoamericana y la Comunidad de Estudiantes Cristianos del Ecuador (CECE) el 15 de mayo del 2025. Se agradece y reconoce las observaciones previas hechas a la ponencia por Guadalupe Muñoz, Irma Padilla, Ruth Hicks y Alejandra Ortiz.
- Posterior a la presentación de esta ponencia el autor se enteró de la ponencia elaborada por el Dr. Darío López para la FTL el 23 de noviembre del 2024, “Samuel Escobar y la misión entre estudiantes” (Darío López – Labor misionológica y pastoral en el Movimiento Universitario de Estudiantes Evangélicos).
Conoce más a los autores

Ecuatoriano, casado con Ruth y padre de dos hijas. Vive en Quito, Ecuador. Sirvió en la CECE como líder estudiantil, asesor y director nacional. Actualmente sirve como co-líder de la Iniciativa Logos y Cosmos de la IFES América Latina y como miembro del Equipo Regional de la IFES AL. Es profesor universitario ocasional de la Escuela de Filosofía de la PUCE. Cuenta con estudios en educación, Biblia, teología y filosofía. Le gusta el café, leer libros y salir caminar.